Desde que el creador de Facebook, Mark Zuckerberg, anunció el año pasado el famoso “Metaverso”, internet no ha parado de repetir esta palabra a lo largo de las redes.
Y es que, pese a lo que podamos pensar, todo parece indicar que la cosa va enserio.
De hecho, Facebook ahora se llama “Meta”; y otras empresas como Microsoft y Nvidia ya han empezado a trabajar con sus propios proyectos de realidad virtual.
Además, son muchos los que afirman que esto será el inicio de una nueva era; cuyos avances y revoluciones tecnológicas podrán compararse con la invención de internet.
Todo esto está genial, pero aún son muchas las personas y empresas a las que todo lo relacionado con el metaverso les sigue pareciendo un auténtico galimatías.
Si ese es tu caso, no te preocupes.
A lo largo de esta serie de dos artículos, te explicaremos paso a paso y desde cero en qué consiste el metaverso, además de sus implicaciones en las empresas y el mundo del marketing.
Por ello, vamos a dedicar esta primera parte a responder a la pregunta del millón de una vez por todas:
¿Qué es todo esto del Metaverso?
Traducido literalmente del griego como “más allá del universo”; el metaverso consiste, esencialmente, en utilizar recursos tecnológicos e informáticos para crear universos digitales que se parezcan lo más posible al mundo real.
Pensad en un videojuego. Dentro del mismo, podemos explorar diferentes realidades a través de un avatar que se mueve y actúa, aunque de forma limitada, tal y como nosotros queremos.
El Metaverso es lo mismo; solo que, en lugar de vivir historias ficticias, tendremos la oportunidad de movernos en un universo virtual realista y realizar las mismas actividades que hacemos en el mundo físico.
De hecho, la idea es que la experiencia que viva el usuario en estos espacios se sienta lo más real posible.
Para ello, se están desarrollando tecnologías de todo tipo: gafas de realidad virtual, sensores que permiten reproducir fielmente el movimiento de nuestros brazos, o incluso trajes que transmiten sensaciones complejas.
¿Todo esto te parece una locura? Es natural.
Sin embargo, piensa por un momento en el peso que tiene internet en nuestras vidas hoy en día.
Somos muchos los que, a estas alturas, nos podemos llegar a pasar horas navegando por la red e interactuando con otras personas a través de plataformas sociales y foros.
El metaverso no es más que el siguiente paso en todo este proceso de digitalización: comenzar a enlazar la realidad física y digital de tal forma, que muchas veces lleguen a solaparse.
Y si nos hemos acostumbrado a internet, ¿por qué no al metaverso?
Tipos de Metaversos y sus Características
Antes de nada, queremos aclarar algo.
El “Metaverso” no es un mundo digital concreto que ha sido creado por una empresa.
Este es, únicamente, un concepto que hace referencia todo lo que os hemos explicado antes: espacios virtuales que permiten interacciones realistas entre usuarios.
Para entender un poco mejor todo esto, vamos a echar un vistazo a los diferentes tipos de metaversos que existen hoy en día (al menos, de forma teórica):
Tipo Nº1: Mundo de Virtualidad Limitada
En esencia, son espacios virtuales en los que diferentes usuarios se relacionan entre sí a través de avatares, y realizan compras de objetos creados dentro de los mismos.
Muchos opinan que estas realidades no son metaversos como tal; ya que muchos de ellos se basan en interacciones con “clics”, y se desarrollan a través de “apps” y programas específicos.
Es decir, el usuario no está dentro: aún se encuentra en el mundo real mirando una pantalla de ordenador.
A lo largo de estas décadas, hemos podido ver cómo se han desarrollado iniciativas que encajan dentro de este concepto de metaverso: tanto videojuegos como “World of Warcraft”, o plataformas online como “Habbo Hotel”.
Tipo Nº2: La Realidad Digital
Como si hubiera salido de películas al más puro estilo “Ready Player One”, este segundo tipo de metaverso proporcionaría una experiencia completamente inmersiva para el usuario.
A partir de dispositivos de realidad virtual, podríamos acceder a un mundo digital hiperrealista, en el que podríamos realizar todas aquellas actividades cotidianas que hacemos en la vida real (quedar con amigos, visitar familiares, construir realidades, jugar videojuegos, etc.).
Tipo Nº3: El Metaverso Mixto
O, en otras palabras, ni una cosa ni la otra.
Este tipo de metaverso se caracterizaría por disponer de gran parte de la inmersividad del segundo tipo, pero sin perder en ningún momento la conexión con el mundo físico.
Por tanto, las acciones que desarrollemos en la vida real tendrían un impacto directo en este mundo virtual, ¡y viceversa!
De hecho, muchos expertos opinan que este será el tipo de metaverso que iremos viendo a lo largo de las siguientes décadas, debido a lo práctico que puede resultar para el usuario.
¿Qué podré hacer dentro del Metaverso?
Al igual que cuando utilizas un ordenador o teléfono para entrar a internet; al usar tus gafas VR para acceder al metaverso, podrás realizar diferentes tipos de acciones:
Trabajar o Asistir a Clase
Durante todo lo vivido los últimos años, hemos podido observar cómo la forma en la que trabajamos diariamente ha tomado un cambio radical.
Y es que ya, por un motivo u otro, no siempre es rentable para muchos negocios que sus empleados acudan físicamente al lugar de trabajo; al igual que, debido al fenómeno de la educación online, son varios los alumnos que no pueden asistir presencialmente a clase.
Pues bien, gracias a los metaversos, tan solo debemos ponernos nuestras gafas y toda esta brecha física habrá desaparecido.
En estas oficinas y aulas virtuales, podremos relacionarnos con nuestros compañeros de trabajo y realizar tareas; todo gracias a que interactuaremos a través de avatares realistas que se moverán como nosotros.
¡Y es que la cosa va más allá!
Imagina asistir a una reunión sobre finanzas y poder dibujar gráficos en el aire; o mejor, dar una clase de historia y trasladar a todos tus alumnos a una recreación del Coliseo Romano…
Todo ello sin poner un pie fuera de casa.
Relacionarnos con Personas
Como es natural, los metaversos no podrían existir sin las interacciones sociales que nos caracterizan como seres humanos.
Mediante nuestros avatares, podremos relacionarnos con amigos y familiares a lo largo de diversos espacios virtuales; sin importar lo lejos que estén físicamente de nosotros.
Imagina poder visitar una reconstrucción digital de la Torre Eiffel junto a tu compañero que vive en Alemania, o pasear por una ciudad virtual con tu hijo que está estudiando fuera.
Además, gracias a los avanzados dispositivos de realidad virtual, tu personaje podrá reproducir gestos y acciones complejas, por lo que tu forma de expresarte se mantendrá intacta hasta cierto punto.
Participar en Actividades
Gracias a los metaversos, podrás asistir a exposiciones y conciertos virtuales junto a millones de personas sin necesidad de salir de tu habitación.
De hecho, en cierto modo, algunos de estos eventos ya existen actualmente.
Piensa, por ejemplo, en las visitas virtuales que ofrece el Museo del Prado; o los espectáculos que ofreció el rapero Travis Scott dentro del videojuego “Fortnite”, los cuales reunieron a 27,7 millones de jugadores únicos.
Además, estos mundos virtuales también pueden incluir juegos que puedes disfrutar en compañía de otros usuarios. De hecho, sin ir más lejos, hoy en día ya disponemos de numerosos videojuegos “VR”.
Comprar
Obviamente, el metaverso no existiría si no trajera beneficio económico.
De hecho, estos mundos digitales podrían disponer de sus propias monedas virtuales para realizar todo tipo de compras.
Y, lo mejor de todo, es que gracias a la tecnología blockchain, todas las transacciones serían descentralizadas y seguras.
Pero, ¿en qué podría gastar mi dinero?
Ya para empezar, lo más probable es que tu avatar sea personalizable; lo que supondrá una gran variedad de ropa e ítems virtuales a disposición de cualquiera que pueda adquirirlos.
Compañías como Nike, por ejemplo, podrían poner a la venta zapatillas exclusivas del metaverso para vestir a tu personaje; o, incluso, podríamos adquirir propiedades y casas virtuales mediante inmobiliarias online.
Por otro lado, tenemos los NFT, los cuales hacen referencia a licencias de obras digitales que no pueden representarse físicamente en el mundo real.
En el metaverso, en cambio, estos ítems podrían ganar más peso; permitiendo a artistas de todo el mundo comercializar sus obras a través de estos mundos virtuales.
Sin embargo, las aplicaciones de todo este sistema no se reducen tan solo al mundo estrictamente digital.
Imagina poder visitar una tienda virtual de Zara y tomarte todo el tiempo del mundo para decidir qué conjuntos te quedan mejor; o probar un coche en un simulador hiperrealista, en el que puedas variar los escenarios donde conduces.
Todo esto, mientras el vendedor nos acompaña y resuelve nuestras dudas; como si de la vida real se tratase.
Una vez tengas tus ideas claras, tan solo tienes que adquirir los productos físicos, cosa que también podrías realizar desde el metaverso.
¿Quién Controla el Metaverso?
Respondiendo claramente: nadie; al menos todavía.
El metaverso es un concepto que apenas se ha empezado a desarrollar.
Y, aunque varias empresas han tomado la iniciativa, ninguna está cerca de lograr el mundo digital definitivo.
Para que podáis entenderlo bien, ahora mismo es como si existieran varias salas virtuales básicas. Espacios creados para propósitos muy definidos y que son controlados por una sola empresa.
Meta (recordad, el antiguo Facebook) ha lanzado proyectos como “Horizon Workrooms”, el cual está centrado en la creación de oficinas virtuales para empresas.
Por otro lado, también tenemos el “Mesh” de Microsoft, el cual utiliza la “realidad mixta” para optimizar encuentros virtuales. En pocas palabras, poder utilizar “hologramas” como en las películas.
Otras compañías, por ejemplo, prefieren darle al metaverso un uso más práctico y real.
De hecho, BMW pretende utilizar esta tecnología para crear una reconstrucción digital de una de sus fábricas y realizar tests virtuales que permitan optimizar procesos de fabricación reales.
Sin embargo, todavía no existe un solo sistema que incluya todas estas opciones.
De hecho, aquí radica una cuestión clave: ¿existirá un universo digital unificado o cada gran empresa se encargará de controlar el suyo (el equivalente a tener varios “internets” corporativos)?
Por desgracia, aún falta mucho para que podamos obtener una respuesta clara.
Otras Iniciativas: Decentraland
Aunque muchos no podrían ser considerados estrictamente metaversos (al menos, no del segundo o tercer tipo), lo cierto es que los videojuegos ya se han pasado décadas experimentando con mundos virtuales.
Sin ir más lejos, tenemos el caso de “Second Life”, el cual fue lanzado en 2003 y que comparte muchas de las características que definen al metaverso.
Además, también está “Decentraland”, uno de los juegos que más están dando de qué hablar en los últimos años.
Lanzado en 2020, esta es una plataforma con una economía descentralizada basada en el token “MANA”; con el cual los usuarios pueden comprar, vender, y crear ítems, al mismo tiempo que exploran un mundo 3D y se relacionan con otras personas.
De hecho, toda la “ciudad” de Decentraland se basa en parcelas que han sido adquiridas por los usuarios, en las cuales se pueden construir todo tipo de experiencias y atracciones (casas, monumentos, exposiciones, etc.).
A lo largo de la plataforma, también se han realizado múltiples eventos virtuales; como es el caso de la Metaverse Fashion Week, un auténtico desfile de moda virtual en el que participaron compañías como Dolce & Gabbana.
¿Cuándo viene todo esto?
Tal y como están las cosas, aún es difícil predecir la “fecha de lanzamiento” del metaverso.
Ya de base, Meta afirma que la cosa va para largo, y que este tipo de plataformas podrían tardar entre 10 y 15 años en desarrollarse.
A pesar de ello, independientemente de lo que puedan afirmar las grandes compañías, hay algo que está claro: el Metaverso no va a aparecer de la noche a la mañana.
Más bien lo contrario: a lo largo de la siguiente década, se seguirán perfeccionando y creando nuevas tecnologías para que estos mundos digitales sean cada vez un poco más realistas. Todo ello, al mismo tiempo que estos dispositivos futuristas se van haciendo más asequibles para el público general.
Sea como sea, lo más seguro es que el metaverso sea algo de lo que vamos a seguir oyendo hablar mucho a lo largo de los siguientes años.
Esperamos que hayáis disfrutado con esta primera parte de nuestra serie sobre el Metaverso.
A pesar de que este artículo ha sido más extenso que de costumbre, lo cierto es que aún tenemos muchas más cosas que contaros sobre esta increíble revolución tecnológica.
En nuestra publicación del mes que viene, nos centraremos más en las aplicaciones reales del metaverso, para que entiendas de una vez por todas cómo estos mundos virtuales te pueden beneficiar a ti como empresa.
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Si tienes cualquier pregunta, no dudes en contactar con nosotros para que podamos estudiar tu caso personalmente.
Te esperamos el mes que viene en la Segunda Parte del Metaverso.